lunes, 27 de junio de 2011

El club de los viernes se reúne de nuevo


Sinopsis:
Cinco años después del desenlace de El club de los viernes, el círculo de las amigas se sigue reuniendo regularmente para compartir sus secretos, proyectos y anhelos. En la fiesta por el embarazo de Darwin, todas llegan con un pequeño regalo tejido para la futura mamá y se dan cuenta que pueden seguir apoyándose las unas a las otras, a pesar de que las cosas han cambiado mucho. Catherine trata de rehacer su vida tras su divorcio, Lucy anda muy ajetreada con su trabajo de productora de videoclips, al igual que KC en su reciente dedicación a la abogacía. Pero sin duda quien más cambios ha experimentado es Dakota, la hija de Georgia. Con 18 años, estudia en la Universidad de Nueva York, aunque alberga el deseo de dedicarse a la repostería, afición que su padre reprueba. Cuando Lucy recibe una oferta para dirigir un videoclip en Italia durante el verano, le propone a Dakota acompañarla. Anita también desea viajar a Europa para buscar a su hermana, al igual que Catherine que quiere conocer a su proveedor de vinos. De esa manera, por una razón u otra, el Club de los Viernes se reencuentra en Roma, una estancia que se revelará rica en acontecimientos y encuentros inesperados.

Tras el éxito de El club de los viernes, que hace unos meses os comentaba, era lógico que su autora, Kate Jacobs, nos ofreciera una segunda parte. De hecho, en breve llegará una tercera entrega y la adaptación cinematográfica que, según dicen, protagonizaría Julia Roberts.

La autora retoma la historia justo donde la dejó en la novela anterior para que las lectoras no nos despistemos demasiado. Y digo “lectoras” porque se dirige a un público mayoritariamente femenino.

Me pareció más flojo que el libro que le precede. Aun así, resulta un libro ameno, entretenido, aunque a algunos les pueda resultar poco creíble que la amistad supere tantas adversidades.

Recurre al tópico de que los estadounidenses pudientes, para resolver sus dudas y encontrarse consigo mismos, vuelan a la vieja Europa, a Italia en este caso, donde siempre conocen a nativos encantadores que hablan perfectamente su idioma. Que vengan a España y verán…

1 comentario:

Johnny dijo...

Se lo recomendaré a Aymé, por aquello de que es solo para damas.